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Enlace a la pagina de Nectario Andrade Labarca, El Dirigente Politico |
No permitamos que un ser humano se aleje de nuestra presencia, sin sentirse
mejor y más feliz.
Alguien me dijo en cierta ocasión que por ni un millón de dólares se atrevería
de tocar un leproso. Yo le conteste que tampoco lo haría por dos millones, Sin embargo lo hago gratuitamente de buena gana
y con amor.
Amar al prójimo debe ser tan natural como vivir y respirar.
Lo que necesitan los pobres no es nuestra compasión, sino ver respetada
su dignidad humana. Que no es menor ni diferente de la dignidad de todo ser humano.
Es fácil amar a los que viven lejos, no siempre lo es para quien tenemos
cerca.
Cada vez que menospreciamos a uno de nuestros hermanos, porque es pobre
o enfermo, es a Cristo a quien humillamos. Cuando nos dirigimos a alguien, recordemos que es a Cristo a quien despreciamos.
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